El negocio de comprar inmuebles y reformarlos para venderlos posteriormente tiene tres pasos: compras, reformas y vendes por un precio superior al del valor de la vivienda y su reforma. Pero hay que tener en cuenta los gastos e impuestos derivados de la operación. En la práctica parece muy sencillo, sin embargo, para que sea rentable, debes conocer una serie de aspectos básicos. De lo contrario, lo que empezó siendo una idea brillante puede convertirse en una auténtica pesadilla.

Para invertir en la compra de una vivienda, debes disponer de unos ahorros previos que contemplen la compra de la casa y su reforma, así como todos los posibles gastos extra que pueden surgir. Si todo sale bien, se estima que se puede obtener hasta un 30% de rentabilidad con este tipo de operaciones.

Lo más importante a tener en cuenta antes de comenzar la operación es valorar el coste de la compra y la reforma y analizar las posibilidades que ofrece. Hay que estudiar con detalle los siguientes puntos: